El té verde sirve de ayuda, entre otras cosas, para controlar el colesterol.
- Sonia Fernandez
- 30 may 2017
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Quizá la propiedad más conocida del té verde sea el hecho de que disminuye el colesterol LDL (al que nos referimos
como malo) y aumenta el HDL (al que solemos denominar bueno).
En su composición, contiene antioxidantes que son muy beneficiosos para combatir ciertos tipos de cáncer, además de para reducir los efectos del envejecimiento y de enfermedades degenerativas.
El té verde también tiene efectos antibióticos frente a determinadas bacterias, como los estafilococos, y con algunos virus. Precisamente, debido a estas propiedades bacterianas, resulta adecuado para eliminar el mal aliento y para proteger la boca contra las infecciones que puedan producir inflamación de las encías.
Otro de sus efectos más conocidos es su acción diurética, por lo que ayuda a la disminución de la grasa corporal y resulta bastante óptimo para tratar la obesidad y la diabetes, de hecho, está probada su capacidad para disminuir en cierta medida los niveles de azúcar en sangre.

Es broncodilatador y astringente (antidiarréico), protege contra la arteriosclerosis, disminuye el riesgo cardiovascular y reduce la formación anormal de coágulos sanguíneos.
Dentro de las variedades de té verde que existen, uno de los más recomendables durante el embarazo y la menopausia es el té japonés llamado Kukicha, debido a su alto contenido en calcio y a la baja cantidad de teína que contiene, un 0,5%.
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